Una de las dudas más habituales que me plantean las familias cuando fallece un ser querido es qué documentación hace falta para poder tramitar la herencia. Y es normal: en esos momentos, lo último que se quiere es enfrentarse a papeleo complicado. Mi objetivo aquí es explicárselo con claridad, paso a paso, para que sepa exactamente qué va a necesitar.

Documentos imprescindibles para tramitar una herencia

1. Certificado de defunción
Se obtiene en el Registro Civil y acredita oficialmente la fecha y lugar del fallecimiento.

2. Certificado de últimas voluntades
Sirve para saber si el fallecido otorgó testamento y ante qué notario. Se solicita en el Ministerio de Justicia, a partir de los 15 días desde el fallecimiento.

3. Copia autorizada del testamento (si existe)
El notario que lo custodia facilita la copia autorizada a los herederos, con la cual se inicia el proceso de adjudicación.

4. Certificado de seguros con cobertura de fallecimiento
Documento que acredita si el fallecido tenía pólizas de vida o accidentes, útiles para los herederos.

5. DNI del fallecido y de los herederos
Necesario para la identificación oficial en los trámites notariales y registrales.

6. Libro de familia o certificados de nacimiento y matrimonio
Se emplean para acreditar el parentesco de los herederos y determinar sus derechos sucesorios.

7. Escrituras y documentación de bienes inmuebles
Si hay propiedades, se necesitarán las escrituras, notas simples del Registro de la Propiedad y recibos del IBI.

8. Extractos bancarios y contratos financieros
Incluyen cuentas corrientes, depósitos, fondos de inversión, acciones o planes de pensiones.

9. Facturas de gastos del fallecimiento
Como facturas del sepelio, que pueden deducirse en la liquidación del impuesto de sucesiones.

10. Cualquier otro documento relacionado con deudas o créditos
Para poder liquidar tanto los activos como las deudas que integran la herencia.

Consejos prácticos para reunir la documentación

Conclusión

Reunir los documentos necesarios para tramitar una herencia puede parecer abrumador, pero con una guía clara y la ayuda adecuada, el proceso se simplifica enormemente. Tener todo en orden no solo ahorra tiempo, también reduce preocupaciones en un momento ya de por sí sensible.