Una de las primeras preguntas que me hacen las familias cuando fallece un ser querido es: “¿qué pasa con sus cuentas bancarias?”. La respuesta suele sorprender, porque muchas personas creen que basta con ir al banco y retirar el dinero, y la realidad es bastante distinta.
En este artículo quiero explicarle, de forma clara y sencilla, qué ocurre con las cuentas bancarias en una herencia, qué trámites hay que hacer y qué problemas se pueden evitar con un buen testamento.
¿Qué pasa con las cuentas bancarias tras el fallecimiento?
Cuando el titular de una cuenta fallece, el banco bloquea automáticamente la cuenta en cuanto recibe el certificado de defunción. Esto significa que los herederos no pueden disponer libremente del dinero hasta que acrediten su derecho.
Es un procedimiento normal y obligatorio, pensado para proteger los bienes del fallecido y evitar que alguien los utilice sin autorización.
¿Qué ocurre con las cuentas bancarias en una herencia?
Para acceder al dinero de las cuentas bancarias de un fallecido, los herederos deben seguir unos pasos:
- Solicitar el certificado de últimas voluntades: documento oficial que confirma si existe o no un testamento.
- Aportar copia autorizada del testamento o, si no lo hay, la declaración de herederos.
- Liquidar el impuesto de sucesiones: el banco exigirá el justificante de que se ha presentado.
- Reparto del dinero: una vez acreditados los herederos y cumplidos los trámites fiscales, el banco libera los fondos para su reparto.
Consejos prácticos para evitar problemas
En mi experiencia, los conflictos más comunes con las cuentas bancarias en herencias se deben a la falta de información. Estos son mis consejos:
- Haga testamento: es la forma más sencilla de evitar bloqueos largos e incertidumbres.
- Informe a sus herederos: muchas veces la familia no sabe en qué bancos tenía cuentas el fallecido.
- Guarde los documentos en un lugar accesible: extractos, claves y contratos ayudan a agilizar los trámites.
- No intente retirar dinero antes de tiempo: hacerlo puede acarrear problemas legales.
Las cuentas bancarias en una herencia no se pueden mover libremente hasta que se acrediten los derechos de los herederos y se cumplan las obligaciones fiscales. Con un testamento claro y un buen asesoramiento, este proceso resulta mucho más ágil y menos conflictivo.

